Gran parte de lo que vemos y observamos en la vida es intocable. El don de la pintura es hacer que esas cosas intocables sean tangibles para la imaginación de un espectador que mira un cuadro.
Los espacios de trabajo del artista Yves Berger y de su padre, John Berger, ubicados en la pequeña localidad de Quincy, en la Alta Saboya, se convirtieron en el privilegiado escenario donde tuvo lugar esta deliciosa conversación a tres banda...